Reconocemos la crisis que existe en nuestros días por la falta de profundidad teológica en la predicación. Esto tiene graves consecuencias prácticas en la vida de la iglesia y sus ministerios. El pragmatismo ha usurpado el lugar de la profundidad doctrinal en muchos círculos cristianos. Bíblicamente, la práctica no debe determinar nuestra doctrina, es la doctrina que debe gobernar y determinar nuestra práctica. Muchos pastores, maestros y creyentes comunes son ignorantes de las doctrinas más fundamentales del cristianismo, tal como los temas básicos que se tratan en cualquier tomo sano de la Teología Bíblica y Teología Sistemática. Esto es especialmente atribuido al catolicismo existente como es el caso en Latino América . Un aspecto esencial de nuestro ministerio es el esfuerzo de llevar la enseñanza teológica con profundidad a la persona común, de tal manera que sea accesible para todos los que desean estudiar y profundizar en la Palabra de Dios.